El antiguo lavadero y dos fuentes municipales, así como el viejo matadero de la localidad, han pasado a formar parte de los atractivos patrimoniales y turísticos de El Campillo después del arduo trabajo de restauración desarrollado durante los últimos doce meses por la treintena de alumnos de un taller de empleo para la rehabilitación del patrimonio urbano.

La zona en la que se encuentran estos enclaves históricos, que acompañan al municipio desde su emancipación del pueblo matriz de Zalamea la Real el 22 de agosto de 1931 –un acontecimiento que celebra este año su 75 aniversario–, ha sido, además, dotada de un pequeño parque infantil y un merendero con el fin de favorecer su utilización como lugar de ocio y entretenimiento.

No obstante, éstas no son las únicas actuaciones emprendidas en el marco de esta iniciativa de la Mancomunidad de la Cuenca Minera financiada por el Fondo Social Europeo y la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía, ya que a las tareas propias de albañilería y mantenimiento interior de edificios hay que añadir un módulo de jardinería, mediante el cual se ha procedido en varias ocasiones a la poda y eliminación de la maleza en los diferentes parques del municipio, tanto el de ‘Los Cipreses’ como el de ‘Los Puentes’, sin olvidar el de las ‘Casas Quemadas’, en el que, además, se han plantado una serie de palmeras. El parque ‘Iryda’ también ha sido objeto de diversas actuaciones.

Al acto de clausura del taller de empleo, que ha contado con un presupuesto de unos 516.000 euros, acudió el delegado provincial del ramo, Juan Márquez, quien animó a cada uno de los alumnos a emprender una búsqueda activa de un puesto de trabajo relacionado con las cualidades adquiridas durante el último año, en la medida en que “el resultado de vuestro trabajo pone de manifiesto que vuestra capacitación en materias de albañilería, mantenimiento y jardinería es una realidad”.

En este sentido, Márquez envió un mensaje claro y directo a las 30 personas formadas por esta iniciativa cuyo objetivo primordial es la inserción laboral, a las que transmitió que una lucha intensa en busca de un empleo, lejos de cualquier actitud pasiva, es el mejor modo de devolver el esfuerzo realizado por las administraciones.

“Todos sabemos que las expectativas en una comarca como la Cuenca Minera, sumida en una profunda crisis, son escasas, pero no os podéis quedar sentados a la espera de un trabajo”, concluyó el delegado.