Se aproxima el momento álgido de la romería de El Campillo, la peregrinación a la finca ‘El Cura’. Pero, mientras llega ese instante de la fiesta con mayor arraigo entre los vecinos de la localidad, continúan, bajo un clima de esplendor que despeja las dudas sobre la siempre temida aparición de la lluvia, los diferentes actos previos, los de la preparación del pueblo. Ya se produjo la apertura oficial de la ermita, en la que, tras la santa misa oficiada por el párroco Mateo Pozo Castellanos, cientos de campilleros vivieron su reencuentro con la Santa Cruz, la misma a la que, en la noche del sábado, entregarán, a modo de ofrenda y como símbolo de su devoción, ingentes cantidades de romero.

La tradicional ‘enzapatá’ y la copa de vino ofrecida por la Hermandad de la Santa Cruz de El Campillo sacó por unas horas de la tranquilidad a la calle Granada del núcleo minero. El entorno de la ermita estaba colmado de fieles, con una Santa Cruz que lucía sus mejores galas de cara a los cuatro días en los que se erigirá en el centro de todas las miradas. Y es que en la mente de la población campillera, cuando se acerca el primer fin de semana de mayo, sólo hay espacio para su romería, una celebración para la que ultiman el aderezo de las decenas de carretas que, a partir del mediodía de mañana, se adentrarán en la senda tras bajar por Cuatro Vientos.

En este punto, el presidente de la Hermandad, José María Monterrubio, destacó que la romería es la fiesta que mejor representa el espíritu solidario que define al pueblo campillero. “Todos los vecinos se vuelcan con la Santa Cruz, que, además, propicia el retorno de muchos de los que tuvieron que marcharse un día a otros puntos como Huelva, Sevilla, Barcelona o Madrid”. La alcaldesa de El Campillo, Encarnación Palazuelo, valoró, en la misma línea, el papel trascendental que desempeña una celebración que cumple ahora su treinta aniversario. “Es la feria de la participación, de la pasión por la Santa Cruz. Y ello, gracias a la implicación de todos los integrantes de la Hermandad”. Unas palabras que explican que el Ayuntamiento, con motivo del Día de la Villa 2007, concediera a esta asociación la medalla del municipio.

Una decena de agentes velará por la seguridad
Con el fin de prevenir posibles situaciones de riesgo, atender las necesidades sanitarias y de tráfico y dar respuesta a eventuales situaciones de emergencia en una celebración que concentra a alrededor de dos millares de personas, el Plan Romero 2008 establece un dispositivo en el que intervendrán Protección Civil, Cruz Roja, el Cuerpo de Bomberos, la Guardia Civil, la Policía Local y la Policía Autonómica. En concreto, las peregrinaciones del sábado y el domingo contarán con la presencia de diez agentes (dos policías locales, seis guardias civiles y dos agentes autonómicos) que velarán por la seguridad en la salida, en el camino y en la finca ‘El Cura’. El grupo sanitario y de apoyo logístico estará formado por una ambulancia de Cruz Roja, un enfermero y una agrupación de Protección Civil para labores de atención, evacuación de heridos, comunicación e infraestructura.