12/X/09. Pablo Pineda.
El Campillo firma su mejor arranque desde el descenso de 2005
Los goles de Emilio y Rachón ante el Repilado permiten a los de Arsenio Piñero sumar seis de seis por primera vez desde que cayeran a Primera Provincial
   
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El Campillo C.F.: 2 -
Club Deportivo Repilado: 0 |
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El Campillo:Manuel David; Jorge, Pinilla, Ale, Fernando; Jero (Alberto, 74’), Samuel, Jairo, Gordillo (Basilio, 69’); Emilio y Jonathan (Dani Rachón, 78’).
Repilado:Nelson; Julio, Garzo, Rubén, Miguel; Rafa (Damián, 74’), Salva, Juanma, Elio (Esteban, 65’); Gabriel (Camacho, 45’) y David (Chapi, 45’).
árbitro:Bien. Amonestó a los locales Pinilla y Dani Rachón.
Goles:
1-0, Emilio (25’), de penalti. 2-0, Dani Rachón (90’).
Incidencias:
Partido disputado en el Francisco Valero Rojas ante unos 100 espectadores que sirve para despedir el albero del Municipal campillero, como consecuencia de su inminente sustitución por césped artificial.
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Seis de seis. El Campillo, con tres juveniles en su once inicial (Jorge, Gordillo y Jonathan), firmó ayer su mejor arranque liguero desde que cayera al pozo de la Primera Provincial en la temporada 2004-2005. Su victoria, solvente y con oficio pese a la juventud de los jugadores mineros, por 2-0 ante el Repilado, unida al triunfo cosechado en su visita al Castillejos de la pasada semana (2-3), permite a los pupilos de Arsenio Piñero afrontar con optimismo sus próximos compromisos. Algo que, en las últimas temporadas, se había antojado inviable como consecuencia de los negativos resultados obtenidos tras los primeros envites del campeonato.
El partido arrancó sin brillo ni florituras por parte de ninguno de los contendientes. El juego era trabado, sin excesivos toques. Ni los mineros ni los serranos lograban adueñarse de la manija del encuentro, aunque era el Campillo el que, merced a un ligero mayor porcentaje de posesión, se prodigaba algo más en ataque, siempre con internadas de Jairo, Samuel o Emilio por la banda derecha. En cambio, adolecían de cierta inocencia en los metros finales, como en un disparo de Jonathan desde el punto de penalti que atrapó sin excesivos problemas Nelson. Ahora bien, menos apuros causaba el Repilado al meta Manuel David.
No había avisos claros de gol, pero si llegaba, todo indicaba que caería del lado de los locales. Así se palpaba en el ambiente y así ocurrió. El crono marcaba el minuto 24. Gordillo recibe el cuero en la banda izquierda y, tras driblar a un rival, asiste a Emilio. éste, dentro del área pequeña, recorta y, cuando se disponía a chutar, es derribado por el lateral Julio. El colegiado, bien colocado, señaló el punto de penalti. Una pena máxima que el propio Emilio se encargó de transformar. Era el 1-0. La grada del Francisco Valero Rojas empezaba a confiar en la victoria.
No había reacción en los visitantes. El partido seguía su curso sin alteraciones, con el Campillo como precursor de las escasas aproximaciones al área enemiga. Entre ellas, un disparo de Samuel desde el vértice que salió por el lateral de la red, muy cerca de la escuadra, tras un pase largo de Jorge. Mientras tanto, en la portería contraria, sólo un susto. David, tras ganar la espalda a Pinilla, tenía todo a su favor para fusilar a Manuel David, pero, salvador, llegó al cruce Fernando y evitó lo que podía haber sido el 1-1. Y de ahí, a otro instante clave, el minuto 43. Un pase medido de Samuel descoloca a la zaga serrana y Emilio, muy rápido, se planta sólo ante Nelson. Con su fallida vaselina se esfumó una clarísima ocasión para haber puesto más tierra de por medio.
El equipo de Arsenio Piñero se marchó al vestuario con la sensación de que había perdido la oportunidad de dejar encarrilado el choque. Y parece que no se había librado de esas lamentaciones al volver al rectángulo de juego. El Repilado, tras cambiar a sus dos puntas, salió decidido a por el empate y el Campillo se mostraba algo adormecido y dubitativo en sus acciones. De esta forma, un córner botado en corto en el 48’ deriva en un duro y seco disparo de Elio al que responde con autoridad el cancerbero Manuel David. Sólo sería un espejismo, pues el envite volvió a entrar en una fase de escaso fútbol, con un cuadro visitante que lo intentaba con más corazón que cabeza y un conjunto local que jugaba con el reloj.
Sin embargo, la estrecha distancia mantenía la incertidumbre en el marcador. Podía ocurrir cualquier cosa. El Repilado quemaba sus últimos cartuchos para tratar de apoderarse del centro del campo y el Campillo daba muestras de que podía hacer daño a la contra o con pases a la espalda de la zaga serrana. Y ambas escuadras tuvieron sus opciones. El empate pudo llegar si el central Garzo, improvisado atacante en la última media hora de partido, hubiera acertado en el 80’ a batir por arriba a Manuel David en su salida a la desesperada a por un balón dividido; o si un lanzamiento lejano de Esteban no se hubiera estrellado en la cruceta en el 85’. Al final, en el 90’, el que sí llegó fue el 2-0, obra de Dani Rachón, tras aprovechar un pase al hueco de Jero y sortear a Nelson con una preciosa vaselina. Un tanto de bella factura que dio la tranquilidad definitiva a la afición local.
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