A la luz de las velas. Así concluyen el día buen número de campilleros hasta en varias ocasiones a la semana. Cortes de luz y bajadas de tensión que por otra parte, no reciben ningún tipo de explicación por parte de la concesionaria del servicio, Sevillana Endesa.

Con todo, lo peculiar del asunto es que pese a recibir los avisos pertinentes, el sistema no se arregla, puesto que estas casas vuelven a recibir la tensión contratada a altas horas de la madrugada o incluso a la mañana siguiente. Es más, parece ser que es una extraña broma de la empresa que establece una especie de rotación a su buen antojo por las calles del municipio, pese a lo incómodo que pueda llegar a resultar para los vecinos afectados, sin mencionar los posibles destrozos en electrodomésticos y daños personales derivados del frío de la noche (recuérdese que el fin de semana que nevó se produjeron sendas bajadas de tensión a lo largo de las noches del sábado y el domingo que impedían la calefacción de múltiples vecinos del municipio).

Con todo, y tras consultar fuentes jurídicas, parece ser que la competencia en cuanto a la garantía de que este servicio se preste y llegue íntegro tal y como se contrata por todos y cada uno de los titulares campilleros corresponde al ayuntamiento, del que esperemos que ya haya tomado las cartas oportunas en este asunto y haya contactado directamentne con Sevillana. No obstante, si aún eso no les vale, recurramos a un curioso artículo de la Constitución de 1978: "Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho..." (art. 47).