Pablo Pineda, Huelva Información
El desfile puso un broche de oro al carnaval campillero
Un multitudinario desfile y la posterior rotura del cántaro pusieron un broche de oro al carnaval campillero de 2005. El pueblo salió en masa a la calle convirtiendo con sus disfraces a la localidad en un foco de colorido, alegría y esplendor. Una inmensa serpiente multicolor inundó las calles de la localidad de sones de carnaval anegando de vida e hilaridad todos los rincones del municipio minero. Habría que remontarse varios años atrás para observar una participación tan amplia en el desfile como la acontecida en la tarde de ayer.
Esta elevada afluencia de gente disfrazada en las calles viene a compensar, en cierta medida, la reducción del número de agrupaciones que este año se han subido al escenario del Teatro Municipal ‘Atalaya', al mismo tiempo que hace ver el futuro del carnaval campillero con un ápice de optimismo a quienes sostienen que se está muriendo de forma paulatina.
Las fiestas carnavaleras, tras ser presentadas el jueves, arrancaron el viernes con la actuación de las 6 agrupaciones locales: ‘Borrachos sin fronteras', ‘Las que sobreviven al naufragio', ‘¡Vaya facha!', ‘La charlotá', ‘Medievaleando' y ‘Salvochea'. El muñeco de la Cruzcampo, un grupo femenino de piratas, una congregación de mujeres ultraderechistas afines al régimen franquista, una cuadrilla de toreros enanos, mujeres de la Edad Media y el anarquista gaditano Salvochea, antiguo nombre de la localidad campillera, han sido los tipos que han hecho reír y disfrutar a la población campillera, al mismo tiempo que vertían bajo la transparente máscara del disfraz una crítica política y social dirigida a los acontecimientos acaecidos durante este último año tanto a nivel local como nacional e internacional. Temas como los terribles incendios que el pasado verano arrasaron gran parte de la superficie forestal de la localidad convirtiéndola en un paisaje yermo e inerte y la inauguración de la piscina municipal han tenido una presencia constante en los repertorios de las chirigotas y comparsas campilleras.
Tras las actuaciones del sábado, el carnaval se trasladó a la calle. Disfraces de todo tipo cubrieron la zona de la movida campillera de una amplia amalgama de colores y sensaciones. La fiesta se alargó hasta el domingo por la mañana, momento en el que un gran número de jóvenes se congregaron en la Plaza del Ayuntamiento para celebrar una tamboreada popular, un evento en el que el aguardiente, junto a los ritmos carnavaleros, desempeñó un papel preponderante. A continuación, el grupo de animación infantil ‘Tierra de Sofía' deleitó a pequeños y mayores con su amplio repertorio de trucos y juegos malabares. El desfile y la rotura del cántaro, que fueron todo un éxito, pusieron un sobresaliente punto final a una jornada en la que el disfraz y la aprobación de la Constitución Europea caminaron de la mano.
|